La Terapia Corporal promueve el autoconocimiento y la transformación personal vivenciando e integrando los diferentes aspectos del ser: energético, corporal, emocional, psíquico, espiritual y el modo de relacionarnos con el entorno.

Algunos objetivos son favorecer la toma de conciencia de la respiración, de las sensaciones, las tensiones y bloqueos energéticos; también la expresión y regulación de sentimientos y emociones, el desarrollo de la espontaneidad, la creatividad, el enraizamiento y el placer saludable.
Toda situación emocional y afectiva está inscripta en los tejidos del cuerpo; toda experiencia no resuelta anteriormente queda registrada en forma de tensiones. Desbloquear la coraza muscular nos devuelve un mayor contacto con nuestro cuerpo, una mejor movilidad y consciencia de cada una de sus partes, y mayor vitalidad.
El trabajo psico-corporal cultiva la atención de las necesidades personales auténticas, el trabajo personal y el despliegue del propio potencial para el logro de una vida plena.